martes, 10 de febrero de 2015

Instituciones Penitenciarias impulsó la investigación




Reclusas forzadas al sexo con funcionarios en la cárcel de Brieva


Nuestra compañera Mónica nos resume la noticia


"noches de celdas abiertas, sexo, alcohol y hachís proporcionado por trabajadores del centro, un director que se opone a enterrar los presuntos abusos y hasta una presa celestina que casa a reclusas y funcionarios"

"La dirección investiga y surgen nuevas denuncias, casi todas de extranjeras. La primera brasileña denuncia también haber sido forzada por otro trabajador, otra chica admite sexo a  cambio de chocolatinas con otro (luego denuncia haber sido forzada), y uno más lleva a las chicas, dicen ellas, alcohol y hachís"

"Según un testimonio recogido por la inspección de Instituciones Penitenciarias, le da a una chica 80 euros a cambio de sexo (ella acepta pero el acceso carnal no llega a tener lugar), y le ofrece incluso su casa en Salamanca cuando salga de permiso. La mujer que hace de celestina, que asegura no haber tenido sexo con ninguno de los cuatro funcionarios por ser lesbiana, afirma que uno de los imputados oscila entre hacer regalos a las chicas (perfumes, hachís, tarjetas para teléfonos), y rozarse y sobar circunstancialmente a las mujeres"

Y nos plantea las siguientes preguntas para debatir:

¿Quién controla a quien nos controla en la cárcel? ¿Los que nos controlan son válidos? ¿Utilizamos las leyes para nuestro propio beneficio?






Mi opinión personal es que creo que afortunadamente no es la práctica habitual, animar a las personas que puedan sufrir este o cualquier tipo de extorsión a denunciarlo. Hay muchas personas comprometidas con el respeto a los derechos dentro de las cárceles españolas, trabajadores y voluntarios que apoyan y denuncian los abusos que se puedan estar cometiendo. 


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